ABSENTA POETAS en el 2 DE MAYO


Este año estaremos presentes nuevamente en los actos del 2 de Mayo de Camargo, en la recreación del levantamiento contra las tropas Napoleónicas y recordando a capitán Camargues Pedro Velarde.
Recitaremos poemas del XIX, vestidos de época. Os esperamos.

Día: Viernes 29 Abril

Hora: entre las 20.00 a 21:00 (dos pases)

Lugar: Plaza de la Constitución de Maliaño

CEMENTO VERTICAL de MIKEL LADO PEÑA


Lágrimas de alcantarilla y amargura
rebosan las aceras de cemento fundido
entre millones de pasos perdidos
que desbordan galerías subterráneas
bajo impetuosas torres de cristal liquido
que abruman los minúsculos sentidos.
Todo es gigante ante la decepción enorme
de la perdida de la identidad del hombre
que agacha su cabeza y diluye su sombra
entre las luces que ciegan la ingenuidad eterna
del creador preso de su propia herencia
a la que a su vez, ama, reverencia y vela.
Laberinto del sinsentido que nos abriga
de oscuridad de un cielo con luminares estelas
y nos protege de la férrea soledad maldita
rodeándonos de multitud esquiva y desconocida.
Y todo aun así, de ti, nos atrapa y fascina
como amante de una noche que nos ignora toda la vida
como tierno enganche a las golosinas sin cartillas
como luces del alba desde una azotea de la quinta avenida

CIUDAD ABIERTA de MAXI DE LA PEÑA


Siento que el ruido
me guía a una explosión
de partículas en el aire.
El claxon del taxi, los parches
del martillo hidráulico,
los bomberos que sofocan
fuegos de artificio,
la ambulancia que traslada
hormigas gestantes.
Sobresaltos en un paisaje salvaje
de cemento.
Los viandantes no pasean
van a zancadas por las calles
donde el mundo nunca se detiene.
No hay tiempo para la nostalgia
no me siento un extraño
en una ciudad abierta,
cada día
el camaleón ofrece disfraces
a precio de saldo.
Vivo en una azotea
donde los letreros de neón
se han convertido en cómplices.
La noche será larga hasta
que el cielo destelle
con su paleta de colores.
Me quedaré en esta ciudad
con mar de asfalto
y brújulas perdidas.


TUGURIO de JOPEP ESTEVE RICO


En el tugurio de rameras, la soledad me atrapó
lentamente,
tras recorrer callejones inmundos poblados
de jovenzuelas impúdicas
moviendo su lascivia al son de acordes
desenfrenados.
Las putas, cubiertas de rimel y pinturas lujuriosas
se acercaron a libar mi cartera como sanguijuelas
envolviéndome con sus brazos pecaminosos.
Con mi ira atrincheré a las furcias
tras la barra prostituida de alcoholes y mercachifles
monedas
Y me quedé solo con mi hombría...